martes, 27 de noviembre de 2018

Taylorismo y Fordismo

Disfrutemos de una feroz y divertida crítica de Charles Chaplin a los nuevos sistemas de producción industrial:


jueves, 22 de noviembre de 2018

Comentario de Texto Resuelto


“En general, cada día me convenzo más de que el único remedio que se puede oponer a este mal (la propagación de las ideas liberales) que amenaza la tranquilidad interior de todos los estados, no puede encontrarse más que en un acuerdo perfecto entre todas las potencias, que deben reunir francamente todos sus medios y esfuerzos para ahogar por todas partes ese espíritu revolucionario, que los tres últimos del reinado de Napoleón en Francia han desarrollado con más fuerza y peligros que en los primeros años de la Revolución Francesa.”

Klemens von Metternich, 1817.

El presente ejercicio tiene por objeto ser un ejemplo adecuado de comentario de texto histórico para los alumnos que cursan 1º de bachillerato en la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo.

Las líneas que son objeto de comentario forman parte de un discurso pronunciado en 1817, de manera textual, siendo los hechos históricos narrados contemporáneos a dicho discurso y por tanto el texto es una fuente primaria. Al ser un manifiesto político, se podría clasificar como un texto histórico – circunstancial, cuyo tema principal no puede ser otro que político.

El autor del texto es Klemens von Metternich, ministro de asuntos exteriores y primer ministro austríaco, mano derecha del emperador del Imperio Austro-Húngaro y principal coordinador del Congreso de Viena de 1815, acontecimiento muy cercano a las ideas del texto, como veremos.

En cuanto a las ideas recogidas en su manifiesto, Metternich destaca como idea principal la necesidad de que las principales potencias absolutistas del continente europeo se unan para evitar con más facilidad que alguna revolución destrone a cualquiera de sus monarcas. Desarrolla entre las ideas secundarias el terrible daño que la revolución francesa ha hecho, mencionando a su mayor enemigo, Napoleón Bonaparte. La necesidad de ayuda mutua y la tolerancia cero hacia la difusión de ideas relacionadas con el liberalismo político también forman parte de esas ideas secundarias.

Para llegar a entender cómo alguien de tan importante calado como Metternich hace estas declaraciones debemos remontarnos a los hechos que han propiciado las ideas vertidas en 1817. Y no pueden ser otros hechos que las revoluciones que se llevan a cabo a principios del siglo XIX (y finales del XVIII) contra los regímenes absolutistas y la desigual e injusta sociedad del antiguo régimen. En concreto, y por alusiones en el texto, hay que tomar como causa los estragos y los cambios que se producen tras la revolución francesa, que comienza en 1789, derrotando a la monarquía absoluta, pasando por la guillotina a Luís XVI y que termina con Napoleón tratando de expandir sus ideas liberales a través de conquistas militares por toda Europa, actuando de manera totalitaria en Francia, toda una contradicción.

Tras la caída de Napoleón y en perfecto contexto con nuestro manifiesto, se reúnen en Viena en 1815 las principales potencias absolutistas para sentar las bases de la restauración de la monarquía absoluta, no sin antes establecer las reglas del juego geopolítico en Europa, dando legitimidad divina a su corona y repartiéndose los territorios conquistados por Napoleón de forma equilibrada.

Además, acuerdan ayudarse entre sí en caso de levantamiento revolucionario contra alguno de ellos, en lo que se ha dado en llamar en la historia la Santa Alianza.

No pasó mucho tiempo para que este acuerdo se tuviera que poner en marcha. Fue precisamente en España donde en 1820, el general Rafael de Riego restituyó la Constitución de 1812 a través de un pronunciamiento, lo que le costó ser derrotado por los 100.000 Hijos de San Luís en aplicación de los acuerdos de la Santa Alianza.

Pero el descontento y la expansión de las ideas liberales eran imparables en Europa, sucediéndose ideas revolucionarias en los años cercanos no sólo a 1820, sino también a 1830 (acabando con el absolutismo) y 1848, cuando nació la II República Francesa. Movimientos liberales, obreros y nacionalistas surgieron por toda Europa para cambiar el mapa sustancialmente, dejando claro que el absolutismo era cosa del pasado.

Nuestra sociedad y los países de hoy en día son fruto de lo que ocurrió en aquellos tiempos. Nuestro sistema político parlamentario, la separación de poderes, o naciones independientes como la República Checa, Hungría o Polonia, le deben a estos sucesos su propia existencia y los historiadores le dieron la importancia que se merece estableciendo en esos momentos el nacimiento de la Era Contemporánea.

Refuerzo y Ampliación del Tema 2 - Al Ándalus


Una vez terminado el tema, el profe os asignará un reto final de repaso que os ayudará a estudiar para el examen. Aunque se os proporcione en papel, por si acaso queréis tenerlo en casa, desde aquí lo podéis descargar:



DESCARGAR REFUERZO Y AMPLIACIÓN TEMA 2

lunes, 19 de noviembre de 2018

Síntesis Tema 2. Test de Socrative. "Al-Ándalus"



Accede o descarga el test elaborado con Socrative para el Tema 2, sobre Al-Ándalus. Para aquellos que deseen utilizar este test a través de Socrative, se ponen a disposición las credenciales del mismo:

Al-Ándalus
SOC-37183511
Además, se puede descargar dicho test en formato PDF:

DESCARGAR TEST PDF EN ESTE ENLACE


lunes, 12 de noviembre de 2018

Comenta el texto de Metternich

“En general, cada día me convenzo más de que el único remedio que se puede oponer a este mal (la propagación de las ideas liberales) que amenaza la tranquilidad interior de todos los estados, no puede encontrarse más que en un acuerdo perfecto entre todas las potencias, que deben reunir francamente todos sus medios y esfuerzos para ahogar por todas partes ese espíritu revolucionario, que los tres últimos del reinado de Napoleón en Francia han desarrollado con más fuerza y peligros que en los primeros años de la Revolución Francesa.”

Klemens von Metternich, 1817.

Comentario de texto histórico

A) FASE PREVIA DE PREPARACIÓN
· Realizar una lectura detenida del texto.
· Anotar las ideas fundamentales que luego servirán para el análisis.
· Subrayar algunas partes importantes.

B) COMENTARIO Y ANÁLISIS DEL DOCUMENTO

1. CLASIFICACIÓN.
A) Naturaleza temática del texto (tipo de texto):
Por su forma puede ser:
· Texto jurídico: ley, tratado, constitución, ...
· Texto histórico-literario: memorias o recuerdos de contemporáneos cuya objetividad ha de ser sometida a crítica, artículos de prensa, autobiografías, cartas, novelas, ensayos históricos, diarios, relatos de viajes, etc.
· Texto histórico-circunstancial o narrativo: informes económicos y sociales, resoluciones o declaraciones gubernamentales, instrucciones o despachos oficiales, proclamas y manifiestos políticos, discursos parlamentarios, etc.
· Texto historiográfico: obras de historiadores que juzgaron con posterioridad los hechos, y las obras de historiadores actuales.

Por su contenido puede ser:
· Estadístico, económico, político, social, cultural, de hemeroteca, filosófico, geográfico, teológico, religioso, etc.

Por su origen puede ser:
· Fuente primaria: cuando son documentos de época
· Fuente secundaria: como son los textos historiográficos, extraídos de obras de historiadores más o menos actuales y textos de prensa tanto actual como coetánea a los hechos.

B) Autor o autores: Lo normal es que aparezca citado en los textos. Si no lo estuviera, procederíamos a identificarlo por los elementos que contiene el texto. Puede ser individual, colectivo o anónimo. Si sabemos algo sobre el autor, debemos explicar algo.

2. ANÁLISIS.
Es una de las partes esenciales de este procedimiento. Se debe precisar el contenido temático o interno del texto a través de la concreción del tema, de las ideas principales y de las ideas secundarias, así como la relación entre todos estos componentes.
· Ideas principales (pueden aparecer dos o tres como máximo y suelen coincidir con las divisiones en párrafos del texto)
· Ideas secundarias a partir de las principales.

3. COMENTARIO.
En este apartado hay que relacionar el texto con la situación histórica a que hace referencia. Es el momento de aplicar la extensión de nuestros conocimientos al texto siguiendo este orden:
· antecedentes (causas y circunstancias que originan el alcance del texto)
· los hechos (contenidos históricos del texto)
· consecuencias (trascendencia de su contenido, es decir, todo lo más importante que de él se deriva)

4. CONCLUSIÓN
Se debe demostrar la capacidad de síntesis, haciendo una última valoración general.
· síntesis final interpretativa en la que se recoja el sentido global del texto. También se debe demostrar que somos capaces de darnos cuenta de la repercusión que han tenido ciertos aspectos del texto en la actualidad.

ERRORES QUE HAY QUE EVITAR

1. Digresión: Se tocan aspectos externos del texto a comentar pero no se aporta nada importante para esclarecer el texto propuesto. El alumno debe centrarse en torno al asunto del texto para evitar digresiones. Hay que evitar la dispersión, alejándose de las ideas del mismo (no sería válido "contar" el resumen del tema).
2. Paráfrasis: Es una simple repetición más o menos elaborada del texto, no aporta nada positivo en sí, no se dice nada nuevo. Se pueden y se deben citar algunos breves fragmentos como apoyo al comentario pero no se pueden copiar las palabras del autor. NO SE PUEDE COMENTAR UN TEXTO HISTÓRICO SIN HABER ESTUDIADO PREVIAMENTE EL TEMA AL QUE CORRESPONDE.
3. Precipitación: El alumno no debe decir en pocas líneas todo el conjunto de ideas que posibilita el texto. Es necesario dosificar, en los lugares respectivos de nuestro comentario, las ideas que aportemos para evitar reiteraciones.
4. Estilismo: Defecto que consiste en fijarse únicamente en los aspectos formales del texto a comentar, esto es, realizar una redacción literaria de un texto histórico.
5. Énfasis: Consiste en extraer del texto apreciaciones superiores (tanto afirmativas como negativas) a las que realmente figuran en él.
6. Personalismo: En estos casos las redacciones o escritos contienen expresiones en primera persona (opino, sé, diré, me parece, etc). Resulta más conveniente utilizar la forma impersonal o el llamado plural de cortesía (diremos, se sabe, opinamos, se opina, se dice, parece que, etc).

El contenido de esta entrada se adapta a lo recogido en el blog "de revolutionibus... geohistoria": http://losolmoshistoria4.blogspot.com

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Tu oportunidad

Observa este formato televisivo porque vais a tener que convencer a vuestros compañeros inversores en vuestro nuevo proyecto empresarial...